
BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). El colapso es en cadena e imparable, mientras el régimen de Milei viaja en banda a los sepelios del Papa Francisco en Roma –a quien aborrecieron en vida los cínicos–, la industria local sufre el industricidio más destructivo que se tenga memoria, porque ya se está tornando imparable.
Desde ADN Sur se informó días pasados que “Marechiare, una emblemática marca de conservas de pescado con raíces marplatenses y una historia que se remonta a décadas, anunció un giro radical en su estrategia empresarial: el cierre de su planta industrial y la migración hacia un modelo basado exclusivamente en la importación de productos terminados”.
Esta decisión, que marca el fin de una era para la producción conservera local, responde a un “ahogo” económico que se ha profundizado en los últimos años y que se vio agravado por la apertura de importaciones y la baja de la carga impositiva para empresas extranjeras, factores que han hecho inviable la fabricación nacional.
Federico Angeleri, director del grupo empresario, explicó en diálogo con el diario La Nación que la imposibilidad de competir con productos importados, sumada a una caída del consumo interno de más del 60 % y a precios de venta congelados desde diciembre de 2023 con aumentos mínimos del 10 %, llevaron a la empresa a esta situación límite.
La ecuación productiva es insostenible: producir una lata de caballa de 180 gramos cuesta alrededor de $ 1.800 más IVA, mientras que su precio de venta ronda los $ 1.400, lo que implica vender cada unidad a pérdida. En contraste, en el mercado internacional la misma lata se comercializa a aproximadamente $us 0,90, mientras que producirla en Argentina cuesta casi el doble, $us 1,60 sin impuestos.
Con Refinor pasa lo mismo
Desde Página 12 denunciaron que la empresa petrolera Refinor, de mucha raigambre en el NOA y NEA, anunció el cierre de dos unidades productivas en Campo Durán: “Tras los 96 retiros voluntarios (de los cuales más de 70 son en Salta) en las provincias de Tucumán, Córdoba, Salta y Jujuy en marzo, ayer resurgió la preocupación por posibles nuevas desvinculaciones tras el cierre de las unidades de Topping y Reforming en la refinería de Campo Durán, en el norteño departamento San Martín”.

El secretario general del Sindicato del Gas y el Petróleo de Salta y Jujuy, Sebastián Barrios, confirmó a Salta/12 esta situación. Precisamente, anoche exponía la problemática ante la Federación que agrupa al sindicato.
Ningún vocero del gobierno provincial respondió ayer a la consulta sobre la refinería. En la última ocasión, cuando se produjeron los más de 70 retiros voluntarios, el ministro de la Producción, Martín de los Ríos, había deslizado que la Provincia no podía hacer nada al respecto.
Según la información brindada por el periodista Raúl Costes, el cierre de las unidades y la posibilidad de más desvinculaciones laborales había sido confirmado extraoficialmente por ejecutivos de la empresa.
Ya en marzo, el sindicato sostuvo que la situación en la refinería del norte es “insostenible”, ante la pérdida de sus niveles de producción.
En aquel momento, Barrios explicó que se habían perdido “cerca de un millón de metros cúbicos de gas y 250 mil metros cúbicos de crudo”.
Esto provocaba que la empresa sólo pudiera procesar durante 6 días y tuviera 35 días para hacer el stock del producto, lo que el gremialista había definido como inviable. La dotación de personal estaba preparada para operar seis plantas en simultáneo todo el día, todos los días.
Ante ese panorama la empresa puso a disposición un “plan de retiros” voluntarios, que llegaron a ser 96 en todo el país hasta el 31 de marzo. De los más de 70 de Salta, 34 de los que adhirieron al retiro eran representados por el Sindicato. Actualmente en la empresa se desempeñan unos 300 trabajadores.
En marzo, la empresa ya había amenazado con abrir “un Proceso Preventivo de Crisis (PPC), y un plan de suspensiones de personal por 90 días”. Una vez pasados los 3 meses y con el PPC en curso o resuelto, indicaba que iba a despedir al personal con “el 50 por ciento de la indemnización”.
La pérdida de más puestos laborales, en caso de que se realicen, se enmarcaría en la caída que registra la provincia. Esta semana la agencia Ciudadana Comunicación informó que entre enero de 2024 y el mismo mes de 2025 (último dato disponible), el empleo registrado en el sector privado de Salta cayó de 128.472 a 124.976 puestos. Esto representa una pérdida de casi 3.500 empleos formales en tan solo un año, lo que equivale a una caída del 3 por ciento”.