
BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Lo que pasó ayer en la nueva marcha de jubilados es una prueba palpable de que el régimen de Milei está fuera de órbita y que además la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, “está psíquicamente desquiciada y con, además, la carga moral que tiene por los crímenes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, a los que hay que sumar la de los trabajadores de Orán y de Jujuy, muertos por Gendarmería en protestas en las rutas”, dicen distintas organizaciones sociales, tanto de izquierda como de la oposición en las redes sociales.
La marcha por el 24 de Marzo, Día de la Verdad, Memoria y Justicia, con miles y miles de personas en las calles de todo el país, sin ningún grado de violencia, con la policía en sus casas, es la muestra más palpable y ejemplificadora que la violencia la genera la misma Bullrich.

El diario Página 12 refleja estos hechos aberrantes de la siguiente manera: “Con un operativo desmedido, las fuerzas de seguridad usaron gas pimienta para reprimir a jubilados y jubiladas que se manifestaban frente al Congreso e hirieron a 38 personas, entre ellas a una nena de 8 años que pasaba por el lugar tras salir del dentista. Incluso, un cordón policial impidió que la columna de la UOM y otras organizaciones se unieran a la manifestación. Luego del accionar brutal del 12 de marzo en el que fue herido de gravedad el fotógrafo Pablo Grillo y el megaoperativo del miércoles pasado, Patricia Bullrich volvió a esparcir violencia hacia los adultos mayores. Pero no sólo eso, más temprano la administración de Milei oficializó un magro aumento del 2,4 por ciento para los haberes y pensiones a partir de abril, y ratificó el bono extraordinario de 70 mil pesos, que se mantiene en ese monto desde marzo del año pasado. Un doble ataque en la misma semana en la que se venció la moratoria que deja afuera del sistema jubilatorio a más de 250 mil personas, la mayoría de ellas mujeres.
’’Pasadas las seis de la tarde, luego de la ronda alrededor del Congreso que realizan cada miércoles los jubilados, la división motorizada de la Policía Federal comenzó a amedrentar a la columna que estaba sobre Hipólito Yrigoyen y avenida Entre Ríos. Minutos después, en la esquina de Rivadavia y Callao, los agentes comenzaron a golpear y gasear a los manifestantes. ‘Atendimos a 38 personas por efectos del rociamiento del spray pimienta”, aseguró a este diario el presidente del CEPA, Esteban Chalá, quien confirmó que entre las personas afectadas por el gas policial hay una nena de 8 años de nombre Ludmila, que ‘volvía con su padre del dentista’. El rescatista comentó que la familia vive a siete cuadras del Congreso y que ‘ambos recibieron el rociamiento del spray. Una vez que fueron atendidos se fueron a su casa’, añadió Chalá. Es la segunda vez que la policía ataca a una menor, en septiembre del año pasado también fue gaseada una nena que estaba con su madre, hecho por el que Bullrich tiene una denuncia”, expresa el decano nacional.